Algunos propietarios de perros tienen un argumento “natural” para no recoger las heces de sus perros; el motivo es muy poco convincente: “es que sirve como abono natural”. La realidad es que es un completo error considerar el excremento canino como un abono ecológico, es una afectación para nuestra salud por la gran cantidad de enfermedades que los excrementos pueden transmitir a nuestros perros y, ellos a su vez, a nosotros.
Voy a hablar un poco del comportamiento canino. Los perros domésticos son descendientes de los lobos y por ello, ciertas conductas del lobo (canis lupus) se podrían extrapolar a los perros domésticos (canis familiaris). Los cánidos desarrollan mapas mentales del territorio para orientarse y presentar “títulos de propiedad” a otras manadas. Estas señales se comunican químicamente para informar los límites espaciales y se renuevan periódicamente.
Los lobos dejan sus heces en zonas de valor estratégico, por ejemplo cruces de camino y ciertos sectores transitados; es decir, que los cánidos marcan su territorio con señales olorosas y visuales.
Es lógico que tu perro siga la misma conducta. Dejará sus excrementos en lugares bien visibles y accesibles para otros perros. El contacto entre perros y heces es una necesidad biológica; su naturaleza les indica que olfateen las heces de otros perros. Así pues, la probabilidad de contagio de enfermedades es elevado; y esto debería ser razón suficiente para que levantes las heces de tu perro de la vía pública. Es cuestión de cuidar la salud de tu perro, tu familia, otros perros y otras familias.
Desafortunadamente existen muchas personas que no recogen los excrementos de sus perros y su negligencia perjudica a todos, en especial a los propietarios responsables y amantes de los animales.
El dejar las heces de tu perro en la calle es una falta de civismo y de respeto para el resto de las personas; además de que son perjudiciales para la salud.
Algunas enfermedades pueden ser transmitidas de los perros a las personas. Por ejemplo: parvovirus, moquillo, giardiasis, teniasis, criptosporidiasis, tricuriasis, amibiasis, toxocariasis, ancylostomiasis, hidatidosis, cenurosis.
Tal vez te preguntes cómo te puedes contagiar por medio de las heces de un perro. Piensa que las moscas pueden transportar los huevecillos de los parásitos a los alimentos, también puede ser que la materia fecal llegue a las aguas (estanques, embalses, etc.) y contaminarlas.
Así que cuando saques a pasear a tu perro, recoge las heces. Utiliza un recolector especial, un periodico o una bolsa de plástico para evitar al máximo que te contamines y, por supuesto, lávate las manos con agua y jabón al regresar del paseo.
Con tu permiso, comparto… gracias.
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